#jesuismisionerasdelacaridad#

 

No podía pasar por alto el silencio aterrador que ha cubierto al asesinato en manos de fundamentalistas islámicos de Anselm, Reginette, Margarita y Yudith, el pasado 4 de marzo, a las 8.30 a.m, hora local, mientras daban el desayuno a los ancianos y discapacitados que atendían. Eran misioneras de la caridad, seguidoras del carisma de la madre Teresa de Calcuta. No eran Europeas, no eran periodistas, no ocurrió en “tierras civilizadas”, eras católicas,…. Los homicidas asesinaron a otras 12 personas que las ayudaban y presuntamente secuestraron a un sacerdote indio que vivía en el centro, del que, a fecha de hoy, no se sabe nada.

Como dijo el  Papa Francisco, “Rezo por ellas y por las otras personas asesinadas en el ataque, y por sus familiares. Estos son los mártires de hoy. Y estos no son portada de los periódicos, no son noticia…”, dijo emocionado.

Si llegaron a aturdirnos las CONSTANTES noticias, minuto a minuto, de la última masacre en París, o del famoso y triste atentado de Charlie Hebdo, ¿cómo es posible que esta atrocidad sea pasada por alto para los medios de comunicación?. ¿Quién decide que algo exista porque es noticia y no exista porque no se va a comentar?. A mí, esta situación me sugiere muchas reflexiones. La más triste, es pensar que, hipócritamente, existe un doble rasero a la hora de considerar la dignidad de los seres humanos: parece que unos somos más dignos de vivir que otros. Se “estremece” el corazón y nos llevamos las manos a la cabeza cuando pasa “cualquier cosa” en Europa, y casi ni comentamos, o lo hacemos por alto, las masacres perpetradas por los mismos fuera de nuestras “civilizadas fronteras”. Así somos, y así nos retratamos. En este momento, siento una profunda tristeza por lo que ha pasado y un hondo sentimiento de vergüenza por  vivir en este lado del mundo, tan  hipócrita y fariseo, por no decir malvadamente indiferente a lo que no le interesa mostrar…