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Literatura

Mansfield Park de Jane Austen

Mansfield Park de Jane Austen

yo habría pensado -dijo Fanny, tras una pausa de concentrado recogimiento- que toda mujer debía considerar la posibilidad, al menos, de que un hombre pueda no ser aprobado, no ser amado por alguien de nuestro sexo, por muy agradable que sea él. Aunque tuviera todas als perfecciones del mundo, creo que no debería darse por sentado que toda mujer haya de acpetar a un hombre por el hecho de que resulte agradable. Pero suponiendo que sea sí, concediendo que el señor Crawford tenga todos los derechos que sus hermanas creen que tiene, ¿como iba yo a estar preparada para unirme a un sentimiento que respondiese al suyo?. Me cogió de sorpresa. (...); y desde luego, no iba a aprender a quererle sólo porque él se fijase, muy frívolamente al parecer, en mí.

Recojo entrecomillado un texto de la obra de Jane Austen. En él aparece parte del diálogo que tiene Fanny Price con su primo Edmund, cuando éste le pide explicaciones sobre los motivos que tiene para rechazar el amor del joven Crawford. Aparentemente, Charles tiene todos los requisitos (fortuna, posición, atractivo indiscutible) para ser aceptado; pero Fanny es la única joven que lo rechaza. Curiosamente, ella es la sobrina "pobre" que ha acogido caritativamente el señor Bertram y que debiera sentirse inmensamente dichosa ante la perspectiva de ese compromiso. Sus conversación con Edmund (que es quien ha robado el corazón de la joven desde hace mucho tiempo) revela la personalidad, la fortaleza, el desprendimiento de cualquier tipo de interés en las relaciones humanas de la señorita Price.

Bonita novela que gustará a todoslos amantes de la autora de Orgullo y prejuicio...

¿Ética realista?I: La falacia del relativismo (Primera parte)

 Tercer intento. De verdad, es la tercera vez que intento hacer esta entrada. Para evitar perder la información, he decidido escribirlo en Word, vaya a ser que vuelva a caer de nuevo en la trampa...

 

Como escribía hace unos días, quiero ir comentando un libro de Puelles en el que intenta fundamentar la ética realista.

 

El primer capítulo lo soslayaré, no sin decir dos ideas importantes:

 

a)      hay cosas independientes de nuestro pensar y de nuestro querer

b)      conocemos algo de esas cosas, no todas

 

Para sostener estas dos afirmaciones Puelles trae a colación la obra de Camus titulada L’home révolté, donde defiende que el hombre tiene naturaleza. Tenemos una naturaleza y gracias a nuestra libertad, podemos actuar conforme a ella o contrariamente a la misma. Esto nos llevaría a tratar algo interesantísimo: “la libre afirmación del ser”. El hombre, es la única criatura (si exceptuamos la angélica)  que puede actuar en contra de su propio ser; la manifestación más clara de ello sería el suicidio.

Ahora bien, ¿entendemos todos lo mismo cuando hablamos del comportamiento moral?; ¿hay un sentido unívoco de la moral?

Para resolver estos interrogantes, Puelles aborda en el segundo capítulo el relativismo. Y lo hace desde tres aspectos: el relativismo más popular, el de la frase “todo es relativo”; relativismo filosófico y por último el relativismo moral.

Vayamos con el “primer relativismo”, el popular o el vulgar. Hay quienes afirman que “todo es relativo”. Si afirmo que todo es relativo, también es relativo que “todo es relativo”. Pero si todo es relativo, dando un segundo paso de reflexión tendré que decir que es relativo que sea relativo que todo es relativo. Y así hasta el infinito. Pero el infinito no se encuentra en lo finito del hombre…

Lo que puede decirse es que hay bastantes cosas relativas; si cambiamos esas palabras, la frase tiene todo el sentido y responde a la realidad de las cosas.

El espacio y el tiempo, en la teoría de la relatividad, son relativos. Pero eso no es relativismo, La teoría de la relatividad tiene un valor absoluto, no está formulada para que se pueda decir: ¿es relativo que el espacio es relativo?. No. Es absoluto que es el espacio es relativo  al cuerpo que lo ocupa, igual que lo es el tiempo respecto a los acontecimientos.

Esto es importante porque a veces se trata de justificar el relativismo apelando a la teoría de la relatividad.

En resumen:

a)      La frase “todo es relativo” es una falacia. Puede hablarse del algunas o muchas cosas son relativas

b)      La interpretación relativista de la teoría de la relatividad también es falaz

 

Hasta aquí por ahora. Seguiré en otro momento con el relativismo filosófico y con el moral

¿Ética realista?

Empiezo a leer un ensayo del profesor Millán-Puelles sobre la Ética y sus implicaciones con la verdad. El título exacto es este: Ética y Realismo, editado por RIALP. Con él pretende transmitir los fundamentos de la ética realista. En los siguientes post voy a intentar dar forma a lo que estoy leyendo. Creo que lo escrito me servirá de soporte para el forum que haré con tres amigas la semana que viene... Espero que no se quede en monólogo y que participen

Amok

Un narrador nos cuenta la misteriosa historia de un extraño caso que ocurrió  a bordo del Oceanía, trasatlántico que navega de los trópicos a Europa. Un médico alemán huye de su país por un escándalo  ocasionado por el servilismo exagerado a su amante; decide poner tierra por medio y acude a un país tropical en el que pasa unos siete años resultando afectado  por el Amok: "una locura, una especie de rabia perruna... un caso de monomania asesina insensata".

Tratándose de Zweig, la novela incluye pasiones desatadas, tragedia e introspección .

 

Vale la pena que cada uno descubra lo que pueden dar de sí apenas 70 páginas del magistral escritor vienés...

Esbozo de Tomás Moro por Erasmo de Rotterdam

Estoy leyendo a gotitas una de las grandes biografías de Tomás Moro. Su autor, Ernest Edward Reynols, converso católico en el 43, se entusiasmó con la personalidad de Sir Tomas tras la lectura de una biografía suya, hasta el punto de afirmar que, "durante cuarenta años, ha leído toda la letra impresa que ha encontrado de Tomás Moro o sobre él, documentación que le ha permitido escribir esta exhaustiva y concienzuda biografía".

En la biografía aparece una carta de Erasmo del 1 de mayo a su amigo Richard Wihtford donde dice lo siguiente sobre Moro:

Durante varios años, querido Richard, me he dedicado completamente a la literatura griega; últimamente, sin embargo, con el fin de reanudar mi intimidad con el latín, he comenzado a recitar en este idioma. Me ha subyugado, al hacerlo, la influencia de Tomás Moro, cuya elocuencia, como sabes, es tal que podría convencer incluso a un enemigo para que hiciera lo que él quisiera, mientras que mi afecto por su persona es tan sincero, que si me ordenara bailar  una hornpipe (danza popular inglesa, muy usual entre los marineros, N. del T.), lo haría inmediatamente, tan pronto como me lo hubiese mandado. Está escribiendo sobre el mismo tema de una manera tal, que agotará y exminará todos sus aspectos. Me parece, si la vehemencia de mi afecto no me hace errar, que nunca llegó la natualreza a crear un cerebro más atento, dispuesto, astuto y sutil, en otras palabras, mejor dotado en todas sus facultades, que el suyo. Añade a esto un poder de expresión gemelo a su inteligencia, un peculiar carácter alegre y un ingenio fecundo, pero tan solo en la esfera de la ingenuidad, y tendrás todo lo que se deba encontrar en el abogado perfecto. Consecuentemente no he acometido esta empresa con la idea de superar o de igualar a un artista de esta categoría, sino solamente con el fin de romper lanzas en este duelo de ingenio con el más agradable de todos  mis amigos, al que siempre me place asociarme en cualquier ocasión, seria o festiva...

 

Carta de una desconocida

Un famoso novelista, R., el día en que cumple 41 años, recibe una carta de una docena de cuartillas , llenas de una escritura estrecha y femenina. Este es el marco que prologa Zweig en un breve relato que comienza así:

Mi hijo ha muerto ayer. Durante tres días y tres noches he estado luchando con la muerte, queriendo salvar a esta pequeña y tierna vida. (...) Lo sé, lo sé, mi hijo ha muerto ayer, y ahora no me queda en el mundo entero nadie más que tú; tú, que no sabes nada de mí; tú, que entretanto te distraes con tus asuntos o con otros hombres. Sólo te tengo a tí, que no me has conocido nunca, y a quien yo siempre he amado.

A lo largo de sus páginas, la mujer  va revelando  la historia de su amor al escritor;  un amor jamás correspondido por ser aquélla una completa desconocida, a pesar de tres noches de amor  y de un hijo en común:

Tú te preguntarás tal vez asustado, tal vez  sólo asombrado, por qué te he ocultado la existencia de aquel niño, mientras en efecto existía, y por qué sólo hoy te hablo de él, cuando está ya en la oscuridad durmiendo para siempre,  pronto a marcharse para no volver más, ¡nunca más! ¿Y cómo hubiese podido decírtelo? Nunca me hubieses creído, nunca hubieses creído a la mujer extraña que se te había entregado sin reparo, sin resistencia alguna durante tres noches; nunca hubiéses creído aquella anónima capaz de tanta fidelidad hacia tí, que eres tan infiel, y jamás le hubieras reconocido, sin desconfianza, como hijo tuyo

Si por un lado, como es habitual en este autor, muestra una capacidad insólita para desentrañar el alma de sus personajes, por otro, esta obra me resulta poco creíble. Creo que el argumento no resiste. La pureza y la intensidad del amor de la mujer obligaba que, en algún momento de la obra, se diese a conocer al hombre de su vida, único que ha existido en su corazón; así lo exige la naturaleza humana. Lo demás es ir demasiado lejos.

Zweig y los "Cazadores de mujeres"

Era uno de esos jóvenes cuya cara bonita le han servido de mucho y que están siempre dispuestos a un nuevo encuentro, siempre en tensión para acometer lo desconocido de una aventura; a los que nada sorprende porque lo han atisbado todo calculadamente, y que, familiarizados con el  erotismo, consideran a la mujer en el plano sensual desde la primera ojeada, sin tener en cuenta si se trata de la mujer de un amigo o de la doncella que se introduce en el cuarto de aquélla. En general se ignora cuán justo es el apelativo de "cazadores de mujeres", que se aplica con cierta ligereza despreciativa; pues, en efecto, todos los apasionados instintos de la caza: el oteo, la excitación y la crueldad, se dan en la inagotable vigilancia de estos sujetos. Siempre se hallan al acecho de lo que salga y dispuestos a seguir el rastro de una aventura hasta el final. La pasión del enamorado nada tiene que ver en esto, sino la del jugador frío, calculador y peligroso. Existen los perseverantes, a quienes la vida se les descompone en un centenar de experiencias sensuales: una mirada al pasar, una sonrisa robada, el contacto con una rodilla y para quienes el año se descompone,a su vez, en una serie de días del mismo carácter: hombres a quienes la aventura sensual viene a ser como la fuente o la chispa que nutre la vida por entero

(Stefan Zweig, Terrible secreto)

Esta obra, que en otras ediciones aparece bajo el título de Ardiente deseo, es una obra maestra, como tantas de la obra del escritos vienés, en el trazo psicológico de los personajes. De gran capacidad narrativa, con una esquisita delicadeza en la descripción de los sentimientos, consigue seducir desde el principio hasta el final 

La Libertad en Bug-Jargal

 

Hubo un tiempo en que era preciso –tal y como sostiene Rousseau- volver a revisar el contrato social, porque eran sistemáticamente ignoradas ciertas libertades individuales y colectivas.  Esto sucedía en Francia. Al otro lado del Gran Charco, las gentes que habían “escapado” de Inglaterra buscando una verdadera libertad de conciencia, disponían de la vida de otros seres humanos por el mero hecho de tener un color distinto. ¿Cómo puede haber tal disparidad de disposiciones en asambleas similares, Francesa una, americana, la otra?

Bug-Jargal, señor del Congo, es uno de los personajes de la novela de Víctor Hugo que lucha por restablecer el derecho a la vida, a la libertad y, por tanto, a la igualdad de derechos. Es el “Tío Tom” del Congo , que intentará restablecer el pacto social de una manera justa. No obstante, y a  pesar de su  empeño, sus aliados, los demás caudillos, cabecillas de las legiones de negros y de mulatos que asolaron Santo Domingo en 1791, pronto olvidarán su propósito, la igualdad y la libertad para todos,  y se harán generalísimos, grandes mariscales y príncipes soberanísimos de Su majestad católica de no se sabe dónde... Cambian las tornas y someten a los blancos como revancha del pasado recientísimo. Todo ello, junto con cierta  dosis de intriga y amor, hacen de Bug-Jargal una buena novela.

Esta obra de Víctor Hugo me recuerda en lago a Los miserables en cuanto a la denuncia social, pero se nota que es una de las primeras obras del autor. La escribió en quince días cuando apenas contaba con diecisiete años. Si bien es verdad que la modificó posteriormente antes de apareciera al gran público, conserva la frescura, el romanticismo, carente de resentimiento amargo que aparecerá en Los Miserables.

La Dama de las camelias

 

La obra de Dumas junior, a diferencia de la de su padre, está cargada de una fuerza moralizadora, pretendida de modo positivo en La Dama de las Camelias

 

Dice Emilia Pardo Bazán: “No se trataba de arte; se trataba de ética, de sociología, de derecho, de reformas en e código civil”.

No hay en Dumas una revuelta contra la sociedad de su tiempo, más bien propugna una reforma moral,  una llamada a la fraternidad humana, al amor purificado entre el hombre y la mujer; ¿cómo hubiera debido se rpara que su infancia hubiese sido otroa (recuérdese que era hijo habido fuera del matrimonio legítimo de su padre); ¿cómo ligar mejor al hombre y a la mujer?, ¿ cómo proteger eficazmente al niño?, ¿ qué hacer para impedir que la joven sea seducida?, ¿ y para preservar al joven de los placeres fáciles…?...

 

La Dama de las Camelias está escrita en el marco del Segundo Imperio, del golpe de Estado de Luis Bonaparte. París se ha convertido en la capital de Europa, n la metrópoli del placer, no precisamente de la cultura, en la ciudad de la ópera y de la opereta, del baile, de los restaurantes, los grandes almacenes, las exposiciones mundiales… es el París de los grandes bulevares.

El éxito de esta obra es debido quizá a que trata un tema escabroso, el de la prostitutas y su rehabilitación ante la sociedad, pero lo trata de un modo tan delicado y ejemplarizante,  expone aquel mundo sin la crudeza de pormenores que habrían molestado a más de uno y de dos lectores, que cautiva al lector.

 

La novela empieza realmente hacia el capítulo VIII, en que Armando Duval relata la historia de sus relaciones con Margarita, desde que la ve por primera vez hasta que inicia sus relaciones como amante. Con la aparición del padre de Armando y la ruptura de los amantes, la novela cambia de ritmo y se convierte en un relato epistolar que revela la altura moral de la joven cortesana…

Dejo el resto al lector…

 

 

 

 

Alejandro Pushkin y la Hija del Capitán

 

Si bien una de las grandes obras de Pushkin es Eugenio Onieguin, la Hija del Capitán, escrita en 1835, es una magnífica novela, fácil de leer, que sirve como crónica  de la rebelión de Pugachov de 1733. Fue su insospechado canto de cisne, puesto que moriría dos años después, en plena juventud, después de  un desafío con el barón George Heeckesen d’Anthés, quien le heriría mortalmente el 27 de enero de 1837.

 

La novela cuenta las memorias de Pedro Andréich Grinief, que es destinado a la fortaleza de Bielogosrky , donde se enamora perdidamente de Mascha Ivánnova, la hija del capitán Iván Kusmich. A pesar de juventud, Grinief muestra una nobleza y una lealtad poco común a lo largo de toda la historia, cobrando lirismo y realismo en uno de los momentos más difíciles de la rebelión de la Pugachov; cuando todos los mandos de la fortaleza han sucumbido a los asaltos del usurpador, Pedro Andrei es misteriosamente salvado de una muerte segura pero, en ningún momento, traiciona sus ideales de servicio al legítimo Zar  y fidelidad a la palabra dada.

Asombrosa lealtad la del bueno de Savélich, que no dejará jamás a su amo, poniendo una y mil veces su vida en peligro.

Dicen de Pushkin que escribe como nadie sobre el alma rusa; yo pensaba que ese era Dostoievski pero no, la crítica literaria considera al autor de El negro de Pedro el Grande como el poeta ruso por antonomasia...

Los renglones torcidos de Dios

Aunque parezca mentira, a mi edad, no me lo había leído. Hace un par de semanas, paseaba por una calle bien abastecida de librerías, husmeé un par de ellas y saqué esta joya de una repisa enpolvada. No puedo decir que lo leyera de un tirón pero sí muy rápidamente. Luca de Tena trata magistralmente algunas enfermedades mentales, de manera especial la paranoia, con un argumento  inteligente y creíble, que cautiva desde la primera letra hasta la última. Un quitarse el sombrero ante los "pedazo de profesionales" que atienden esos centros sanitarios y un respeto profundo hacia toda esa humanidad doliente que sostiene con su sufrimiento la Vida de tantos

¿Te lo has leído?

"Una mujer nueva" de Carmen Laforet

Las semanas que he pasado en Holanda me han cundido mucho; estoy sorprendida de mí misma... He impartido un curso de Historia Moderna bastante denso de horario, he pateado literalmente bastantes ciudades de la ruta hanseática; la bicicleta, ha sido mi compañera de rutas preciosas por pueblecitos típicos holandeses y, además, he podido leer tres libros y 3/4 de otros dos...

"La mujer nueva" de Laforet me ha gustado de verdad. Su prosa, la introspección en la psicología de Paulina, la forma de llevar la interioridad del personaje hasta el desenlace de la novela, la sintonía con la autora en muchos de sus planteamientos, (se dice que le libro tiene mucho de autobiografía),ha hecho que disfrutara de veras, especialmente las últimas 20 páginas.

Te animo a que descubras esta obra que constituye un hito en la literatura feminista española de finales de los años 50.

Mi vida al aire libre

De adolescente, cuando me lamentaba ante mis amigos de los procedimientos didácticos de mi padre, ellos decían que ésta era la educación  francesa y que la educación francesa estaba muy bien. Que ellos no sabían nadar, ni montar en bicicleta, ni distinguir un cuco de un arrendajo porque no habían recibido educación francesa y que era un atraso. Que criar un crío entre algodones era arriesgado porque luego, cada vez que la vida le pasa factura, no sabe qué actitud adoptar

 

Con esta sentencia en boca de sus amigotes, concluye Delibes el magistral relato sobre cómo su padre le enseñó a montar en bicicleta. Es una escena cargada de humor fresco, que ha hecho que me riera en alto imaginándome al pobre "Miguelito" manteniendo el tipo dando vueltas, siempre la misma vuelta, para evitar "estolozarse" al intentar bajar.  Pensaba yo que la  educación entre algodones era un fenómeno reciente  pero, por lo deja entrever el autor, es algo atemporal, siempre ha habido papás proteccionistas en extremo...